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domingo, 23 de septiembre de 2012

Capítulo 1- El comienzo

Eran las tres y yo estaba esperando a que llegase Alium. Bueno, mejor me presento. Me llamo Niadicia, pero mis amigos me llaman Nía. En el momento en el que empiezo a narro tenía doce años. Y Alium trece. ¡Ah, si! Alium era mi mejor amigo. Por cierto, nacimos el mismo año, pero su cumpleaños es antes que el mío. Veamos... Me describo. Descripción física: 160 cm, pelo negro muy largo y ojos grises. Descripción psicológica: como una maldita cabra. Descripción de Alium. Física: 162 cm (nos estábamos midiendo siempre, quería ser más alta que él), pelo negro con flequillo (como yo, pero él lo tiene corto) y ojos verdes. Psicológica: igual que yo. Loco de remate. Por eso pasábamos el día juntos. Nuestras respectivas familias no nos aguantaban en casa. Bueno, la hermana pequeña de Alium si. Tenía seis años y era súper mona. Tenía el pelo rubio y los ojos de su hermano. Y un exceso de energía. En eso también se parecía a su hermano. Y me adoraba.
Como iba diciendo antes de que me interrumpieseis, maleducados, Alium llegó cinco minutos tarde, y, sin excusarse ni nada, me cogió la mochila y nos fuimos hacia el instituto.
Mi mochila era blanca. Bueno, era blanca a principio de curso. Ahora era marrón roña.
Por cierto, en ese momento faltaban dos semanas para que acabase el curso.
-¡Enana!- dijo Alium sacándome de mi mundo de yupi. Antes de que le pegase pasamos delante de la panadería.
-Kadán chicos- dijo Amselia, la hija de la panadera.
-Jakán, Ams- dijimos nosotros.
Explico: en Mórliver, mi pueblo, no tenemos idioma propio. Pero tenemos expresiones. Kadán es hola y jakán es buenas tardes. El resto ya os las iré diciendo.
Llegamos a clase a y veinte. Media clase estaba sobre las mesas. La otra media no, claramente. Dejé mi mochila en la silla y fui con Rurrune, una amiga mía muy loca. Le llamaba Rurru aunque lo odiase. Y como lo odiaba, lo hacíamos todos. Pero empecé yo. Soy cruel. Bueno, Rurru y yo estábamos muy locas. Prácticamente toda nuestra clase lo estaba. Vi a Rurrune y le dije:
-¡Rurruuu! ¡Guapa! Me encantas con el pelo así!- se había cortado el pelo. Pelo rojo, ojos azules, flequillo torcido, 1,58cm...
Ella me respondió:
-Me encanta tu conjunto.
Ese día iba con sueter y pantalones azules, vestido morado de lana de manga corta encima y botines morados con el pelo recogido. Y un abrigo morado hasta las rodillas.
Llegó la profesora y me senté. Igual que todas. A Alium y a mi nos cogieron para la obra de la clase. No queríamos, Atsar participaba en otras tres y yo en otras siete. Estaba en demasiados clubs...
-¿Vamos bajando?-preguntó Alium cuando acabó la clase, de mal humor.
-Por las escaleras, ¿eh?- le dije yo.
Tenía claustrofobia. De pequeña, a los ocho años, me quedé encerrada en un armario de mi casa cuando mis padres habían salido. Estuve ahí cuatro horas. Además en esa época tenía miedo a la oscuridad.

El tiempo que quedaba hasta las obras fue duro. Tenía que bailar una mezcla de varios estilos. Pero lo logramos. Las ocho.

Era el día de la obra. Estaba nerviosa. Me puse unos vaqueros y una sudadera con un montón de cosas en una mochila. Vestuario, maquillaje... Un gran montón de cosas. Alium pasó a por mi. Y fuimos hacia allí.
Mientras íbamos se oyó un ruido. Empezó a temblar el suelo. Llegaron unos vehículos raros de metal. Los que iban montados en esos vehículos empezaron a disparar redes. Alium y yo íbamos juntos.
Un vehículo pasó por nuestro lado. Y nos metieron a la fuerza en el vehículo.

Desperté un rato después en un vehículo, traqueteando. Del asiento de delante escuché voces.
-Si, si... Llevamos dos prisioneros. Una chica y un chico. Pequeños. De unos diez años. Si, somos el coche tres.
¿Diez? Pensé yo. Aparentaba catorce. Sin que se notase, moví la cabeza y vi a Alium a mi lado. Me tranquilizó. Estaba enamorada de Alium y tenerle a mi lado me quitó parte de la presión que tenía encima porque el coche era más bien pequeño. Alium abrió los ojos y me sonrió. En ese momento me pregunté cuanto tiempo llevaría ahí dentro. Al parecer bastante, porque en ese momento pararon el coche y me sacaron de allí por un brazo. Estaba en un sitio desconocido, no era cerca del pueblo. Me llevaron a una especie de bar. Giré la cabeza y grité:
-¡Alium!
Alium sacó la cabeza por la ventana y gritó:
-¡Nía!
Y me metieron en ese cuchitril. Al parecer era una taberna, y tenía que trabajar allí. Sin sueldo. Me dieron una especie de uniforme, una falda pantalón y una camisa corta. Y empecé a trabajar, pensando donde estaría. Y de repente recordé una historia que me contaba mi madre...

2 comentarios:

  1. Genial *___* Espero que no dejes Solfría...Sí,es una amenaza :D Me cae bien Nía ^^ Y Alium parece chachi :3

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    1. Alium es genial *^^^^^^^* No lo dejo. No es una amenaza. Y A MI *^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^*

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